A través de The Register llego a la subasta en eBay UK de un venerable IBM 5155, y se me salta la lagrimilla recordando uno que estuvo en mi poder hace como unos 20 años (te lo había prestado, Pablo, no regalado :).
El mío, obsequio (es decir, cuando lo tiraron) de la empresa en la que trabajaba por aquel entonces, tenía las mismas características: un procesador 8088, 640 KB de memoria (oops, casi escribo MB), dos disqueteras de 5.25″ (¿disco duro? ¿para qué?), monitor CGA de fósforo ambar de 9″, todo ello protegido por un blindaje con el que no podría un tanque, para un total de 13.6 Kg (aunque, si mal no recuerdo, habíamos llegado a pesarlo y el resultado era de algo más de 15 Kg). De hecho se supone que no era un portátil, sino un portable.
Vamos, aproximadamente las mismas prestaciones (especialmente tamaño y peso) que el MacBook Air.